La Pila fue descubierta en el siglo XIX por un grupo de ganaderos, que se dedicaban netamente a la cría de chivos, quienes, habiendo extraviado algunas cabezas de ganado, hallaron sus huellas junto a una corriente de agua, que se originaba en una vertiente, decidiendo poco a poco después afianzarse en un pequeño caserío, los habitantes bautizaron el recinto con el nombre de CHIVIVE (por la gran cantidad de chivos que habían). De esta manera Chivive fue creciendo y los ganaderos encontraron la facilidad de criar sus ganados, gracias al agua levemente salada.

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Posterior a esto La Pila recibe su nombre gracias al descubrimiento de la Pileta, luego los habitantes aprendieron a crear con sus manos bellas artesanías de barro, en la actualidad hacen replicas arqueológicas con materiales de barro, y algunos adornos a base de yeso y barbotina, los cuales son comercializados en la Av. Principal de la Parroquia.